jueves, 4 de junio de 2015

OPINIÓN PERSONAL SOBRE EL ROMANTICISMO

El periodo del romanticismo me parece que es una época que marcó por completo a las artes, en este caso a la música se le dieron muchas aportaciones con las melodías que hoy se reconocen por su excelencia y presencia, marcando a los autores quienes las escribieron para deleitarnos y los identificáramos con sus canciones.
Realmente es muy complejo por comprender ya que fue creado en la acción el mundo perfecto entre el amor y lo real. Está situado en un contexto en el cual a mi parecer es una mezcla fantástica de lo que podemos anhelar del mundo futuro. Un razonamiento para poder expresar conductas de una forma que sean perfectas, tal ves una motivación para transmitir una filosofía acerca de lo que percibimos y transmitiéndolo en nuestras acciones, pensando en los sentimientos que son la base de nuestro ser.

miércoles, 3 de junio de 2015



PINTURAS DEL ROMANTICISMO







Ludwing Van Beethoven - "Claro de Luna" (sonata para piano n°14) por Claudio Arrau.




Ludwig van Beethoven

Padre del Romanticismo musical, compositor alemán. Con él se inicia una nueva fase en la historia de la música: el romanticismo. Nació en el seno de una familia de tradiciones artísticas, es hijo de un tenor, bohemio y bebedor, que enseguida advierte las extraordinarias cualidades de su hijo para la música.
Su infancia transcurrió triste y enfermiza, dedicada al estudio de la música. A los ocho años da su primer concierto, en Colonia, y hace un pequeño viaje por Holanda. Su formación, un tanto desordenada, ha corrido a cargo de algunos amigos de su padre. Gracias a Christian Nelfe, organista de la corte, su verdadero maestro, conoce las obras de Bach y de Handel.
 A los 12 años es ya un gran intérprete, tanto con el piano como con el órgano, tocando la viola en la orquesta del archiduque. Ayudado por su profesor y por algunos aristocráticos personajes, pudo viajar a Viena en 1787, donde la leyenda cuenta que tocó para Mozart, genio indiscutible del momento, quien, asombrado, dijo: «Fijaos en este hombre… dará que hablar al mundo». Pero Ludwig tiene que regresar a Bonn: su madre había muerto y su padre sólo vivía para el alcohol.

Tiene que ocupar el puesto del cabeza de familia, trabajando durante cinco años, dedicando cualquier rato libre al estudio y a la composición.
Tras la muerte de su padre, se instala definitivamente en Viena (1792), donde encuentra a sus verdaderos y grandes maestros: Haydn, Salieri y Albrechtsberger. Se centra ya en la composición, aunque a veces actúa como concertista. Su fama, sus éxitos empiezan a encumbrarle. En 1796 comienza a sentir los primeros trastornos de sordera, que será completa a partir de 1819.Julieta Guicciardi será su primer amor contrariado. No se casará jamás, pero siempre habrá una mujer en su vida. BettinaBrentano, una poetisa de 20 años, a la que Ludwig conoce en 1810 y que será otro de sus amores, le presenta a Goethe en Toplitz. Beethoven vive una situación estable, desde el punto de vista económico, y la crítica le considera un genio llamado a ser el sucesor de Mozart. Su producción artística no se interrumpe.
Comienza la composición de las sinfonías y concluye sus cánticos espirituales. Dedica la tercera sinfonía a Napoleón, guerrero victorioso y tenaz, dedicatoria que destruye cuando se entera de su coronación como emperador. En 1808 compone su magistral «Quinta Sinfonía», y en 1823, la «Novena», que se estrena al siguiente año. En los últimos tiempos, agudizada su enfermedad intestinal y completamente sordo, recibe la ayuda de la Sociedad Filarmónica de Londres.Es tradicional dividir la producción beethoveniana en tres etapas.La primera, vivida bajo la influencia más de Haydn que de Mozart, aunque no le falte su personal sello, está representada en obras como «Sonata patética», algunos de los tiempos lentos de los primeros cuartetos y «Adelaida».
La segunda, está llena de las más bellas muestras de madurez artística, desde la «Tercera Sinfonía» hasta la «Novena», el «Trío en si mayor», la «Sonata Kreutzer», los «Cuartetos», «Fidelio», su intento de crear una ópera auténticamente alemana, y «La batalla de Vitoria», una obra de circunstancias que, sin embargo, fue un éxito clamoroso cuando se interpretó durante el Congreso de Viena.

Latercera época, la preferida por todo el romanticismo, está representada por su «Misa solemne», las «Bagatelas», para piano, y su «Novena Sinfonía», cima de la música universal.Obras: Para orquesta, compuso 9 sinfonías, 7 oberturas, 5 conciertos para piano y orquesta, l para violín y orquesta, 1 para piano, violín, violonchelo y orquesta, música de ballet y danzas. Música de cámara: 16 cuartetos, 3 quintetos, 15 tríos, 10 sonatas para violín y piano, 2 sonatas para violonchelo y piano, sexteto, septimino, octeto, serenatas, danzas y variaciones. Para piano: 32 sonatas, 2 sonatinas, 22 series de variaciones, bagatelas, obras menores y para cuatro manos. Canto: Series de «lieder», «Misa en do mayor», «Misa solemne», «Cristo en el Monte de los Olivos» y varias cantatas. Música de teatro: «Fidelio», «Egmont», «Las ruinas de Atenas» y «Opferlied».

Períodos en la producción musical de Beethoven:
Dentro de la producción musical de Beethoven podemos distinguir los siguientes períodos creativos:
• Primer período: conclusión del Clasicismo (1794-1800). Bajo la influencia de Haydn y Mozart escribió la Primera y Segunda sinfonías, los seis primeros Cuartetos y las diez primeras Sonatas para piano, entre las que destaca la Patética, de hondo sentido dramático.
• Segundo período: la transición (1800-1815). En este período, las obras musicales de Beethoven manifestar ya características románticas. Compuso la Tercera sinfonía («Heroica»), dedicada en un principio a Napoleón Bonaparte, aunque luego rompió la dedicatoria; la Quinta, la Sexta («Pastoral»), donde evidencia el triunfo de la naturaleza; y la Séptima, que es un canto a la libertad. Asimismo, la Sonata núm. 28, el Concierto «Emperadon> para piano, la ópera Fidelio, en la que canta a la libertad frente a la tiranía, y los Cuartetos, hasta el número 11.

•Tercer período: integración en el Romanticismo (1815-1827). Compuso su obra cumbre, la Novena sinfonía, en la que, en el cuarto tiempo, introdujo la voz humana cantando la «Oda a la alegría» de Schiller, que es un canto de amor a la humanidad, un grito de fraternidad que sublima el dolor y se hace alegría y esperanza. También en este período escribió su Missasolemnís, las Sonatas 28 a 32 y los últimos Cuartetos, considerados como obra capital de la música para cuerda, en los que rompe la forma clásica de los cuatro tiempos.
Un canto a la alegría
Las orquestas de prestigio suelen incluir en su repertorio dos de las mas celebradas sinfonías de Beethoven, la Quinta y la Novena (abajo, la Orquesta Sinfónica de Viena interpretando la Novena, Coral).  De hecho, el cuarto movimiento de la Novena Sinfonía es el favorito del gran público.  Beethoven opto por celebrar la unidad y l vida de todos los hombres en armonía con la naturaleza y con Dios.  Lo tradujo musicalmente en una oda entusiasta, en la que la orquesta y las voces se funden en un himno con la solemnidad del canto gregoriano y la alegría de la música en estado puro.
Quinta Sinfonía
Un prodigio de alternancia: sin introducción, sus cuatro movimientos van desde la tensa construcción del primero a la solemnidad del segundo, pasando por la crispación instrumental del tercero y la apoteosis del cuarto, un insólito crescenso de 50 compases (1808). 
Novena Sinfonía
Se llama Coral por el cuarto movimiento, la famosa Oda a la alegría, un poema de Friedrich V. Schiller adaptado por Beethoven.  Fue estrenada, en el Teatro de la Corte Imperial de Viena, 1824.  En 1972 el Consejo de Europa eligió a la Oda a la alegría como himno europeo. 


jueves, 28 de mayo de 2015

EL ROMANTICISMO
Fue un periodo que transcurrió, aproximadamente, entre principios de los años 1820 y la primera década del siglo XX, y suele englobar toda la música escrita de acuerdo a las normas y formas de dicho período. El romanticismo musical es un período de la música académica que fue precedido por el Clasicismo y seguido por el Impresionismo.

El Romanticismo musical está relacionado con el Romanticismo, la corriente de cambios en Literatura, Bellas Artes y Filosofía, aunque suele haber ligeras diferencias temporales, dado que el Romanticismo en aquellas Artes y en la Filosofía se suele reconocer entre los años 1780 y 1840. El Romanticismo como movimiento global en las Artes y la Filosofía, tiene como precepto que la verdad no podía ser deducida a partir de axiomas, en el mundo había realidades inevitables que sólo se podía captar mediante la emoción, el sentimiento y la intuición. La música del Romanticismo intentaba expresar estas emociones.

Ópera romántica (1800–1924)
En la ópera se tendió a relajar, romper o mezclar entre sí, las formas establecidas en el barroco o el clasicismo. Este proceso alcanzó su apogeo con las óperas de Wagner, en las cuales las ariascorosrecitativos y piezas de conjunto, son difíciles de distinguir. Por el contrario, se busca un continuo fluir de la música.
También ocurrieron otros cambios. Los castrati desaparecieron y por tanto los tenores adquirieron roles más heroicos, y los coros se tornaron más importantes. A finales del período romántico, el verismo se popularizó en Italia, retratando en la ópera escenas realistas, más que históricas o mitológicas. En Francia la tendencia también se acogió, y quedaron ejemplos populares como Carmen de Bizet.
Muchos compositores del romanticismo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, escribieron música nacionalista, que tenía alguna conexión particular con su país. Esto se manifestó de varias maneras.
Los temas de las óperas de Mijaíl Glinka, por ejemplo, son específicamente rusos, mientras que BedřichSmetana y AntonínDvořák utilizaron ritmos y temas de las danzas y canciones populares checas. A finales del siglo XIX, Jean Sibelius escribió Kullervo, música basada en la épica finlandesa (el Kalevala) y su pieza Finlandia se convirtió en un símbolo del nacionalismo finés.

El elemento vocal en la música romántica
La época romántica no fue ya un siglo de grandes composiciones vocales. Subsistieron todavía una serie de compositores a capella, exquisitos y refinados, como Mendelssohn y Brahms, que lograron efectos de armonía y cromatismo inconcebibles en el siglo XVI, que fue la edad florida del estilo a capella. Especialmente, en Alemania, el medio para conseguir este refinamiento fueron las composiciones corales para hombres, las cuales, sin embargo, debieron su impulso no a razones puramente artísticas, pues se convirtieron en expresión del nacionalismo o de las actividades partidistas, mientras que el resto de las manifestaciones de base vocal cayeron en desuso. Los grandes adalides del período romántico no pensaron ni por un momento en componer obras para la iglesia y contribuir así a que se escucharan los versículos de la Biblia.
Se escribieron oratorios, como El Paraíso y la Peri, de Schumann. Brahms escribió Un Requiem alemán, obra religiosa con texto totalmente en alemán. También se escribieron misas y otras obras religiosas. El famoso Ave María de Schubert, es un lied para canto y piano.

Instrumentación y escala
Como en otros períodos, la instrumentación se adaptó a los requerimientos musicales del período. Compositores como Hector Berlioz orquestaron sus obras de una forma nunca antes escuchada, dándole una nueva prominencia a los instrumentos de viento. El tamaño de la orquesta estándar aumentó, y se incluyeron instrumentos tales como el piccolo y corno inglés, que antes se utilizaban muy ocasionalmente. Mahler escribió su octava sinfonía, conocida como la Sinfonía de los miles, por la masa orquestal y coral que se requiere para interpretarla.
Además de necesitar una orquesta más grande, las obras del romanticismo se tornaron más largas. Una sinfonía típica de Haydn o Mozart, compositores del clasicismo, puede durar aproximadamente veinte o veinticinco minutos. Ya la tercera sinfonía de Beethoven, que se suele considerar como del romanticismo inicial, dura alrededor de cuarenta y cinco minutos. Y esta tendencia creció notablemente en las sinfonías de AntonBruckner y alcanzó sus cotas máximas en el caso de Mahler, con sinfonías que tienen una hora de duración (como es el caso de la primera y la cuarta) hasta sinfonías que duran más de una hora y media (como la tercera u octava).
Por otro lado, en el romanticismo creció la importancia del instrumentista virtuoso. El violinista Niccolò Paganini fue una de las estrellas musicales de principios del siglo XIX. Liszt, además de ser un notable compositor, fue también un virtuoso del piano, muy popular. Durante las interpretaciones de los virtuosos, solían destacar más ellos que la música que estaban interpretando.
Estos son algunos de los instrumentos que aparecen en el romanticismo:
VIENTO
Contrafagot: Especie de fagot de grandes dimensiones, cuyos sonidos se producen a la octava grave del fagot ordinario.
Saxofón: Instrumento de viento compuesto de un tubo cónico de metal encorvado en forma de U, con varias llaves y una boquilla de madera y caña. Los hay de varios tamaños.
Corno inglés: Instrumento de viento, más grande y de sonido más grave que el oboe.
Tuba: Instrumento de viento de grandes proporciones y de sonoridad voluminosa y grave.
TECLADO
Piano: Aunque ya existía en el Clasicismo, el piano es el gran instrumento del romanticismo. Permite la mayor expresividad a los compositores, que son, muchas veces, virtuosos de este instrumento.

El músico romántico
Por la actitud ante la sociedad y el mundo, Beethoven se convirtió en el modelo del movimiento romántico, que a la vez no dejaba de ser un modelo peligroso. Fue, ciertamente, la figura de éste la que proporcionó a la era romántica el paradigma para su concepto de "Artista". Esto no hizo desaparecer la idea que se tenía de "músico" que prestaba a la sociedad un servicio directo, es decir, el canto, organista de iglesia, cantante de coro, director de orquesta de teatro y un largo etcétera.
Lo que sí está claro es que la etapa romántica dio lugar al enfrentamiento entre el "artista" y el "filisteo”, como decía Robert Schumann musicalmente en su obra Carnaval (Schumann). Con Beethoven se inició un período en el que las sinfonías, oratorios, música de cámara, coral y lírica, de todo tipo, e incluso las óperas, se componían sin que nadie las encargara, para un público imaginario, para el futuro, y para la eternidad.
El aislamiento del músico romántico no se produjo sin un efecto retroactivo en su personalidad y en el carácter de su obra. Con anterioridad a 1800 toda composición tenía que ser susceptible de una valoración inmediata; si la desviación de las viejas costumbres, de la tradición, era excesiva, no quedaba exenta de peligros, como más de un compositor tuvo ocasión de aprender por propia experiencia. Este fue el caso de Monteverdi, Gluck, o Haydn entre otros.
Por otro lado, competir en originalidad era, más la excepción que la regla. Así pues, las generaciones se sucedían. Los músicos románticos plantaron cara a la tradición, y no sólo dejaron de evitar la originalidad, sino que la persiguieron y cuanto más libre de ideas preconcebidas estuviera una obra, tanto mayor era la estimación que despertaba.
La música romántica, la música del siglo XIX, aparece repleta de una sucesión de personalidades de lo más variadas, con una serie de perfiles mucho más acusados y diferenciados que en los siglos precedentes, y resulta una tarea muy difícil trazar con nitidez la trayectoria de su evolución.

La música en el Romanticismo
El término música romántica, que podría confundirse con la Música del Romanticismo, se entiende como toda música suave o con una atmósfera ensoñadora. Ese término podría relacionarse con la palabra romántico que se estableció durante el romanticismo, pero no toda la Música del Romanticismo cumple con estas características. Del mismo modo, no toda la música romántica se puede relacionar con el período romántico.
El período romántico musical, al igual que cualquier otro en la historia del arte, alteró las formas heredadas y creó otras nuevas. En el campo de la música instrumental su herencia principal fue la sonata, que había alcanzado su más fuerte expresión y sentido universal en las sinfonías de Beethoven. También se dejan ver los ideales de libertad de la Revolución Francesa y por ello los compositores van a hacer obras sin encargo y según sus propios gustos, lo que llevará a muchos músicos a la ruina.
El fundamento básico de la música romántica es "la exaltación de las pasiones"; los músicos románticos tratan, con su música, de influir en el ánimo del oyente implicándole emocionalmente. Para conseguir este propósito, el vehículo más apropiado será el piano, que se convertirá en el instrumento estrella del periodo, ya que con él se logra una atmósfera íntima.
En esta época brillarán numerosos compositores, que seguirán, sobretodo en la primera parte del Romanticismo, el modelo de Beethoven, que será el compositor que sirva de enlace entre el Clasicismo y este nuevo periodo.Mendelssohn fue un músico demasiado cultivado e inteligente para no dominar la forma sinfónica, pero sus dos grandes obras en este estilo, la sinfonía italiana (1833) y la Sinfonía escocesa (1842) muestran ya en su título que no siguió en ellas al Beethoven de la Heroica, de la quinta, séptima sinfonías, sino que siguió al Beethoven de la Pastoral, con ese impulso creativo que procede de fuera. Ahora bien, existe una diferencia y es la siguiente: Lo que en Beethoven había sido, por naturaleza, un sentimiento a modo de himno, y de inspiración religiosa, en Mendelssohn fue más el reflejo sereno y melancólico del paisaje en un espíritu sensible.
La música en este período busca la espontaneidad, la exuberancia y la pasión, a diferencia del clasicismo, en que se busca la serenidad, la claridad, el equilibrio, la mesura y la calma.
En este período se observan tres hechos musicales muy importantes:
1.- Los románticos hicieron del piano el rey de los instrumentos, los compositores escribían obras para él con un alto grado de complejidad.
2.- Los virtuosos hicieron evolucionar la técnica musical y eran llamados así porque cantaban, tocaban o dirigían con extraordinaria habilidad.
3.- Los conciertos públicos.
Algunos de los exponentes del romanticismo en general son: 

Beethoven
Franz Schubert
Félix Mendelssohn

 Héctor Berlioz

Federico Chopin


 Franz Lizt


Robert Schumann


Géneros musicales del Romanticismo
Los principales géneros musicales del Romanticismo son los siguientes:
Preludio: Pieza en un solo tiempo, de corta duración y con características de virtuosismo, escrita principalmente para piano.
Bagatela: Composición corta para piano y sin ninguna pretensión.
Estudio: Obra breve de restringido material temático, en donde un motivo va adquiriendo cada vez mayor dificultad.
Impromptu: Obra no sujeta a ninguna norma y en la que el ejecutante tiene libertad de improvisación.
Nocturno: Composición de carácter apacible y sentimental con una delicada y expresiva línea melódica.
 Lied: Canción culta, refinada, íntima y de sugerencias líricas.
Sinfonía y concierto: La sinfonía y el concierto se desarrollaron y se adaptaron a los ideales románticos.
El primer sinfonista romántico fue Beethoven. Los compositores románticos posteriores estuvieron influidos por el esquema formal que dio Beethoven a la sinfonía.
Música programática: Tuvo gran importancia este tipo de música sinfónica que pretende expresar una idea, historia, etc., y comunicarla al oyente por medio de un programa que sirve de argumento. La música programática dio origen al poema sinfónico.
Poema sinfónico: Obra de un solo movimiento en el que se desarrolla musicalmente un argumento. Es la gran forma romántica, que establece una unión entre la poesía y la música.



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periodo del "ROMANTICISMO".